El acoso escolar es un comportamiento particular que consiste en herir y humillar a otros de forma repetida y deliberada, especialmente a aquellos que son más pequeños, más débiles, más jóvenes o más vulnerables que el acosador. El hecho de dirigirse deliberadamente a personas menos poderosas es lo que distingue al acoso escolar de la agresión ordinaria.
¿Qué es el acoso?
El acoso incluye tanto las agresiones verbales (insultos y burlas) como las físicas, las amenazas de daño, otras formas de intimidación y la exclusión deliberada de las actividades. Las investigaciones demuestran que el acoso alcanza su punto máximo en torno a los 11-13 años y disminuye a medida que los niños crecen.
Las agresiones físicas manifiestas, como las patadas, los golpes o los empujones, son más frecuentes en los niños pequeños, mientras que las agresiones relacionales, como la difusión de rumores y la exclusión social, que socavan o manipulan las relaciones con los demás, son más frecuentes a medida que los niños crecen.
Aunque la mayor parte del acoso se produce en las escuelas o en sus alrededores, Internet es especialmente adecuado para una forma de acoso especialmente devastadora.
¿Por qué la gente intimida?
La gente intimida porque es una forma eficaz de conseguir lo que quiere, al menos a corto plazo, y carece de las habilidades sociales para hacerlo sin herir a los demás. El acoso también es una forma de establecer el dominio social, pero con el tiempo se vuelve cada vez más disfuncional a medida que se amplía el repertorio conductual del niño.
¿Los acosadores nacen o se hacen?
Los acosadores no nacen, se crean desde una edad temprana: sin un procesamiento consistente de la agresión normal en los niños de dos años, los niños son incapaces de desarrollar inhibiciones internas contra ese comportamiento. El acoso sigue siendo un patrón de comportamiento muy duradero, principalmente porque los acosadores consiguen lo que quieren, al menos al principio.
¿Cuáles son las características psicológicas de los acosadores?
Las investigaciones demuestran que los acosadores tienen rasgos psicológicos únicos. Los acosadores no se comportan socialmente, son ansiosos e incapaces de comprender los sentimientos de los demás. También tienen funciones cognitivas características, como una especie de paranoia. A menudo malinterpretan las intenciones de los demás y desarrollan hostilidad incluso en situaciones neutrales. Aunque pueden caer mal a los demás, suelen tener una visión bastante positiva de sí mismos. Los acosadores crónicos suelen tener relaciones tensas con sus padres y compañeros.
¿Cuáles son las características de las víctimas?
Los estudios realizados con niños demuestran que las víctimas acceden de buen grado a las exigencias del acosador y le entregan objetos de juego como bicicletas y juguetes. Lloran y adoptan una postura defensiva. Su dolor y sufrimiento visibles son gratificantes para el acosador y son una señal importante de su dominio. Los niños que se convierten en víctimas son incapaces de disuadir la agresión y, por lo tanto, no son del agrado de sus compañeros que no los acosan.
¿Se puede curar a los acosadores?
Algunos acosadores dejan de hacerlo. Sin embargo, muchos no lo hacen. La agresión es un estilo de interacción social muy estable. Muchas personas que fueron acosadores de niños se convierten en adultos antisociales, mucho más propensos a cometer delitos, golpear a sus esposas, maltratar a sus hijos y crear otra generación de acosadores que los niños no agresivos.
¿Por qué los espectadores no detienen a los acosadores?
Los acosadores suelen comportarse de forma agresiva delante de sus compañeros y la presencia de un público aumenta la sensación de poder del acosador. Sin embargo, es posible que los espectadores no detengan el acoso, sino que disfruten del espectáculo. Incluso si no aprueban la situación, puede que no les guste la víctima o que teman las represalias del acosador.
Ciberacoso
A medida que la vida social de los jóvenes se ha trasladado a Internet, también lo ha hecho el acoso, y el ciberacoso se ha convertido en un nuevo e importante problema en la última década. Mientras que el ciberacoso se limitaba antes al entorno escolar, la proliferación de dispositivos móviles ha dado a los acosadores un acceso constante a su presa. El ciberacoso es especialmente problemático porque a menudo se lleva a cabo de forma anónima y la víctima no sabe quién es el agresor.
¿Cómo ha cambiado Internet el ciberacoso?
El anonimato del ciberacoso elimina muchas inhibiciones sobre este comportamiento despreciable y amplifica la ferocidad del ataque. Es mucho más fácil infligir dolor y sufrimiento a los demás si no tienes que mirarlos a los ojos. La constante evolución de la tecnología digital permite nuevas formas de difundir información falsa sobre los objetivos.
¿Qué hacer si eres víctima de ciberacoso?
La mejor defensa contra el ciberacoso es desarrollar las habilidades sociales. Todos los niños necesitan aprender habilidades sociales y tener confianza en sus capacidades. Los padres, que son los ingenieros sociales de los niños pequeños, desempeñan un papel especialmente importante en la protección de sus hijos contra el acoso. Los padres pueden preguntar regularmente a sus hijos sobre los problemas sociales a los que se enfrentan y representar soluciones. La segunda mejor defensa contra el acoso es alejarse y no tomar represalias.
¿Cómo puedo hacer frente a los acosadores?
Las investigaciones demuestran que la forma más eficaz de frenar el acoso escolar es involucrar a los testigos. Dado que la mayoría de los niños serán testigos del acoso en algún momento, es importante enseñar a todos los niños que tienen un papel importante que desempeñar para detener el acoso. Un acosador puede intentar vengarse de alguien que ha hablado, pero no se desquitará con más de una persona.
¿Son eficaces los programas escolares contra el acoso?
En la última década, las escuelas han adoptado ampliamente programas contra el acoso. Sin embargo, los informes sobre su eficacia son contradictorios. Los expertos explican que la escuela es el lugar donde se produce la mayor parte del acoso, pero no el lugar donde se desarrollan las actitudes ante el poder y la agresión, las habilidades de control emocional y las habilidades sociales, que tienen una importante influencia en el acoso.
Conclusión
Es tan importante que las habilidades sociales y emocionales formen parte de la educación básica, como el echo de acabar con el acoso.
Tanto el acosador como el acosado, son niños/as que están creciendo, conociéndose así mismos y al mundo, por lo que, cuando se generan relaciones sociales de abuso de poder significa que no tienen las suficientes habilidades de empatía y autoconocimiento, así que, se generan relaciones sociales con comportamientos disruptivos nada saludables.
psicoamena
Desde psicoamena, animamos a todos/as padres y madres a trabajar las habilidades sociales y el autoconocimiento con los niños/as.