Las personas asertivas no nacen así, se hacen. Por supuesto, ciertos activos y condiciones favorecen el desarrollo de ciertas habilidades. Pero, en última instancia, todos tenemos que hacer un esfuerzo por cambiar nuestro comportamiento y nuestra forma de actuar para ser más adecuados y constructivos. Las personas asertivas tienen ciertas características.
La asertividad puede definirse como la capacidad de relacionarse con los demás de forma honesta y positiva y de tender puentes que conduzcan a la confianza entre las personas. También puede definirse como una actitud hacia uno mismo y hacia los demás que equilibra los derechos humanos y la responsabilidad hacia los demás con el respeto mutuo.
Esto es mucho más fácil de explicar en teoría que de aplicar en la vida cotidiana. Una persona asertiva es el resultado de nuestros esfuerzos y acciones para formar esta actitud. Al fin y al cabo, nuestros esfuerzos forman parte del largo camino para aprender a vivir bien. Es importante identificar las características de la asertividad. A continuación, analizamos siete de ellos.
La diferencia fundamental entre la asertividad y la agresión es cómo nuestras palabras y acciones afectan a los derechos y al bienestar de los demás.
1- Las personas asertivas conocen el verdadero significado del respeto
El respeto se define como la capacidad de valorar las cosas y las personas y de tratarlas con compasión. Las personas asertivas refuerzan esta capacidad. Lo aplican no sólo a sí mismos, sino también a todo lo que les rodea: personas, pensamientos, trabajo e incluso animales.
En primer lugar, el respeto significa renunciar a la violencia. El abuso no se tolera bajo ninguna circunstancia. Si hay un desacuerdo o un conflicto, las personas asertivas lo afrontan con respeto a sí mismas y a los demás. Esto se traduce a menudo en una actitud de intentar proteger su propia dignidad y la de los demás.
Esta actitud de respeto también puede manifestarse en conceptos, ideas e ideologías. Las personas asertivas no desprecian a los demás, aunque no compartan sus creencias y convicciones. Las personas asertivas entienden que cada ser humano y sus esfuerzos tienen un valor que no debe pasarse por alto.
2- Se comportan con los demás con sinceridad
Una característica de las personas asertivas es que valoran las buenas relaciones con los demás. Entienden que las relaciones no pueden construirse sobre la mentira y la hipocresía. En cambio, intentan ayudar a los demás a entender lo que pueden esperar de ellos mostrándolos tal y como son.
Queremos evitar los comportamientos condescendientes o que puedan provocar una inseguridad duradera. Si se oponen a algo, lo denuncian. No sacrificarán su identidad para evitar la contradicción. Del mismo modo, eligen cuidadosamente a sus amigos. Si no sienten una conexión real con una persona, no intentan forzar una amistad. Están motivados por convicciones, no por intereses.
3- Comprender, aceptar y valorarse a sí mismos
Las personas asertivas son seguras de sí mismas, pero esta confianza no proviene del orgullo o de un sentimiento de superioridad. Proviene de aprender a comprender, observar, autoevaluar y entablar un diálogo interior constructivo con uno mismo. En otras palabras, podemos asumirnos como seres humanos, con sus puntos fuertes y débiles.
La autocomprensión lleva a la comprensión. Y eso lleva a la aceptación y a la autoestima. La asertividad requiere humildad y la comprensión de que somos humanos y, por tanto, imperfectos. Es un «sentido de la imperfección» que nos motiva a crecer y mejorar en muchos aspectos.
4- Auto-disciplinado y emocionalmente estable
Las personas asertivas encuentran formas de controlar sus emociones. Por lo tanto, su actitud es esencialmente tranquila y controlada. Entienden que todos tenemos emociones y que éstas deben ser procesadas. Esto no significa que no sientan ira, ansiedad o dolor. Sin embargo, han aprendido que cuando pierden el control, estas poderosas emociones pueden conducir a una expresión emocional inapropiada.
Este principio también puede aplicarse al comportamiento con los demás. Las personas asertivas entienden las emociones de los demás y quieren que los demás estén tranquilos y tengan el control. Las personas asertivas no intentan manipular a los demás avivando el fuego, haciendo acusaciones o señalando sus debilidades. También ayudan a la otra persona a mantenerse centrada para que no se pierda de vista.
5- Mejorar las habilidades de comunicación
Muchos problemas se derivan de la falta de comunicación. Muchos problemas también pueden resolverse mediante la comunicación y el diálogo. Sin embargo, si no se utilizan adecuadamente las herramientas de comunicación necesarias, puede resultar difícil compartir opiniones. Puede faltar honestidad, sinceridad para entenderse, encontrar la mejor manera de expresarse o claridad.
El autoconocimiento y la reflexión ayudan a desarrollar estas habilidades de comunicación. Esto significa que las personas son capaces de expresar lo que sienten con claridad, sencillez y honestidad. Y son capaces de escuchar activamente a los demás. Las personas asertivas entienden el valor de la comunicación y están dispuestas a invertir en mejorar sus habilidades comunicativas.
6- Una de las características de las personas asertivas es que saben superar los límites
No siempre tenemos buenas relaciones con los demás. De hecho, podemos entrar en contacto con personas que tienden a ser abusivas, o que albergan resentimiento u odio. En estos casos, las personas asertivas saben decir «basta». Entienden que todo tiene un límite y que hay situaciones en las que hay que trazar una línea clara.
Del mismo modo, a veces no cumplimos las expectativas y los deseos de los demás. Esto puede llevar a la culpa y al reproche, a veces no reconocido. Las personas asertivas son capaces de decir «no» sin crear conflictos.
7- Independencia emocional
Las personas asertivas también son capaces de tolerar y absorber el rechazo y la indiferencia de los demás. No actúan para obtener la aprobación de los demás, sino para ajustarse a sus propias creencias, convicciones y necesidades. Las personas asertivas, al igual que las demás, quieren ser reconocidas por los demás. Sin embargo, si no lo hacen, no caen en la tentación de actuar en contra de su propia conciencia.
No tenemos todas estas características. En otras palabras, es poco probable que alguien sea asertivo en todo lo que dice y hace. Ningún ser humano es perfecto y es posible mejorar en todos los ámbitos. Para lograr este objetivo, sólo tenemos que esforzarnos por mejorar continuamente.