Tu intestino es un vasto ecosistema, no sólo de bacterias. Hay cientos de millones de neuronas en tu intestino, que realizan funciones esenciales y te conectan directamente con tu cerebro.
Lo que ocurre dentro del cuerpo humano es a veces más interesante que el funcionamiento del universo. Por ejemplo, el cerebro sigue siendo un misterio para los científicos en muchos aspectos. Las neuronas del sistema digestivo y del intestino son también sistemas infinitamente complejos que influyen en el estado de ánimo y protegen la salud.
Si quiere entender la importancia de este «segundo cerebro», tenga en cuenta estos datos. El sistema nervioso intestinal contiene hasta cinco veces más neuronas que la médula espinal. Hay cientos de millones de neuronas en esta red neuronal tan compleja.
Además, el intestino está constantemente conectado con el cerebro, mediando funciones importantes como la producción de serotonina. La microbiota intestinal es una parte integral de la enigmática conversación entre el estómago y el cerebro.
Gracias a la ciencia moderna, ahora conocemos las respuestas a algunas de las preguntas sobre la conexión entre el intestino y el cerebro. Averigüémoslo ahora mismo.
Diagrama del intestino
Las neuronas intestinales influyen en tu bienestar y salud.
Las neuronas intestinales son importantes para los sistemas digestivo, hormonal, inmunitario y metabólico. También son importantes para la salud psicológica.
En los últimos años, los científicos han descubierto una relación entre determinados trastornos depresivos y cambios en el ecosistema del intestino grueso.
Una investigación ha demostrado que las redes neuronales y los microbios intestinales son importantes para la producción y distribución de sustancias neuro-activas como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico. Cualquier problema con estos sistemas podría afectar a su estado de ánimo.
Al mirar bajo el microscopio el mundo oculto del intestino, los científicos han descubierto algunas cosas sorprendentes sobre el cuerpo humano. Por ejemplo, todos tenemos complejas redes neuronales en nuestro tracto intestinal que trabajan en tándem con nuestro cerebro. Veámoslo más de cerca.
¿Por qué hay neuronas en el sistema nervioso entérico?
El sistema nervioso entérico abarca el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Sabemos que el tracto gastrointestinal y el intestino contienen vastas redes neuronales, y hay estudios que han logrado mapear estas neuronas en humanos y animales.
Durante mucho tiempo, los científicos pensaron que las células del sistema nervioso del intestino con las que nacemos son las mismas que tenemos cuando morimos. Sin embargo, ahora sabemos que no es así. Algunas células entéricas pueden realmente regenerarse.
También cabe destacar que el sistema nervioso entérico contiene varios tipos de células nerviosas.
Te preguntarás por qué los seres humanos tienen tal diversidad de neuronas. La respuesta es sencilla. Las células del intestino colaboran con el cerebro para protegerle de las enfermedades, realizar importantes tareas digestivas, gestionar estados metabólicos, problemas hormonales y regular sus emociones.
¿Cómo funcionan las células nerviosas del intestino?
Con más de 100 millones de células nerviosas en el intestino, parece ser un segundo cerebro. Sin embargo, hay un punto importante que hay que entender. El sistema nervioso intestinal no piensa, ni razona, ni resuelve problemas, ni escribe poemas. Pero sí regula sus emociones.
El intestino contiene neuronas motoras y sensoriales. Se agrupan en dos lugares: el plexo entérico y el plexo submucoso.
- Plexo submucoso o plexo de Meissner – estimulación hormonal y enzimática
Se trata de una red de células nerviosas que se extiende desde el esófago hasta el ano. Se encarga de facilitar la secreción de hormonas, la secreción de enzimas y la secreción de todas las sustancias esenciales para el proceso digestivo. Esta primera red realiza tareas esencialmente estimulantes. - El laboratorio químico del cerebro, el plexo entérico (plexo de Auerbach)
El plexo de Auerbach es de gran importancia para este sistema, ya que es el grupo de neuronas entéricas que se conectan directamente con el sistema nervioso central. Por lo tanto, esta región contiene neuronas aferentes o sensoriales, interneuronas y neuronas motoras.
Sus funciones son las siguientes:
- Para regular los movimientos gastrointestinales.
- Está conectado con la vesícula biliar, el páncreas e incluso con los ganglios linfáticos del sistema circulatorio.
- Las neuronas intestinales son verdaderos laboratorios químicos. Estimulan la producción de serotonina, dopamina y opiáceos para el dolor.
- Esta red neuronal también es capaz de detectar la presencia de bacterias y activar procesos que las eliminen, como la diarrea. Puede tomar estas decisiones sin instrucciones del cerebro.
- El 70% de las células inmunitarias viven en el intestino.
- Se ha demostrado que las neuronas del intestino activan las células inmunitarias en respuesta a la inflamación del tejido intestinal.
- Los nervios intestinales.
- La conexión entre el cerebro y las células del intestino.
- La comunicación entre el cerebro y las células intestinales es bidireccional. Esto significa que hay un intercambio directo y constante de datos a través de redes neuronales específicas, y los mensajes se entregan casi inmediatamente.
En un estudio reciente, los investigadores descubrieron que esta comunicación tiene lugar a través del nervio vago, que está conectado al tronco cerebral. El neurotransmisor glutamato contribuye a este proceso optimizando la comunicación entre el intestino y el cerebro.
Mientras tanto, los científicos han descubierto que estos mensajes se transmiten en 100 milisegundos, más rápido que un parpadeo. Gracias a esta súper red de comunicación, el cerebro es capaz de regular los procesos digestivos, metabólicos y hormonales.
Las células intestinales envían hasta un 90% más de información al cerebro que el cerebro al intestino. La intuición sugiere que el sistema nervioso intestinal toma muchas decisiones independientes. Las neuronas intestinales, junto con el microbioma, son esenciales para protegernos de las enfermedades y regular el estado de ánimo mediante la producción de serotonina.
PSICOAMENA
CONSLUSIÓN DE PSICOAMENA
En conclusión, aún nos queda mucho por aprender sobre el vínculo entre el intestino y el cerebro. Por ejemplo, no hay pruebas concluyentes de cómo la microbiota intestinal determina nuestro comportamiento. Sin embargo, cada día descubrimos más cosas que nos ayudarán a cuidar mejor de nosotros mismos y de los demás.
El ser humano tenemos un complejo mecanismo corporal interesantísimo.
Nuestro cuerpo trabaja de forma óptima cuando está en equilibrio, por ello es tan importante observar todas nuestras áreas. Emocional, física y espiritual de forma integral.