El tacto es un sentido con el que la mayoría de la gente está razonablemente familiarizada. Es uno de los cinco sentidos que aprendimos en la escuela.
El sentido del tacto reacciona a todo lo que toca la piel. La piel es un órgano muy inteligente que reacciona a muchas otras cosas además del tacto. Envía mensajes sensoriales sobre el tacto, el dolor, la temperatura, la vibración, etc.
La piel
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano. Este órgano no sólo procesa las sensaciones táctiles, sino que también recibe información.
Sentido del tacto
Existen tres tipos de tacto: el tacto ligero, el tacto discriminativo y el tacto por presión. Es importante conocer la diferencia entre cada uno de ellos:
Dolor
El cuerpo tiene una respuesta rápida y lenta al dolor. El dolor rápido se utiliza para proteger el cuerpo y escapar del peligro. Por otro lado, el dolor lento persiste durante algún tiempo y te recuerda la lesión.
La temperatura
La temperatura del entorno indica al cerebro si hace calor o frío. La piel de gallina es un viejo reflejo contra el frío y hace que el pelo se erice. También nos permite conocer la temperatura de las cosas.
Vibración
La piel también procesa las vibraciones. Esto no se siente a menudo, pero los receptores están siempre presentes.
El sentido del tacto ayuda a:
- Saber dónde se toca algo y qué partes del cuerpo duelen.
- Sentir el tamaño, la forma y la textura de los objetos y las personas.
- Habilidades motoras precisas (incluyendo los movimientos de los dedos y el habla).
- Puede alejar su cuerpo de algo que toca si es peligroso (por ejemplo, pisar una espina o tocar un plato caliente).
- Saber si algo está caliente o frío.
Es importante recordar que el sentido del tacto y los sentidos intrínsecos son diferentes. Nuestros sentidos propioceptivos procesan la información sensorial de nuestros músculos y articulaciones, no de nuestra piel. Los sentidos táctil y propioceptivo trabajan juntos para coordinar nuestros movimientos.
¿Sabías que existen tres tipos diferentes de sensaciones táctiles?
Un toque ligero
El toque ligero también se conoce como toque protector. Esto se debe a que nos mantiene seguros. Responde a un ligero toque o cosquilleo en la piel. Un ligero toque suele activar un sistema de alerta que protege nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando te encuentras inesperadamente con una tela de araña. Tu cuerpo desencadenará automáticamente una reacción de protección y te alejará de la zona. También es esta parte táctil del cuerpo la que mueve la mano cuando se toca algo caliente o doloroso, como una espina. La vía del tacto ligero responde inmediatamente, pero la información que proporciona no es muy específica.
Una sensación táctil distintiva
La sensación táctil distintiva es una parte del sistema táctil que proporciona información muy específica y detallada sobre lo que se toca y dónde se toca. En el ejemplo de la telaraña, el sistema de toque ligero sabría que algo desagradable está tocando su brazo y movería su cuerpo.
El sistema táctil discriminativo también indica al cerebro que algo que toca la piel es pegajoso. Basándose en experiencias anteriores, el cerebro puede decidir que lo más probable es que se trate de una tela de araña. Es entonces la vía táctil discriminativa la que le permite tocar el brazo para localizar el lugar exacto de la telaraña y retirarla. Esta vía también es muy importante para una motricidad manual precisa y exacta. También se cree que es importante para el desarrollo de la planificación motriz (praxis).
Presión al tacto o presión al tacto profunda
La presión táctil es un toque o presión más fuerte. A veces se denomina presión de toque profundo. Esta presión táctil está relacionada con la vía táctil de identificación. Por ejemplo, cuando alguien te abraza. La vía discriminativa del tacto te dice dónde te está tocando la persona, pero al mismo tiempo también sientes con qué fuerza te está abrazando. Esta sensación «suave» o «fuerte» se llama «presión táctil». Por ejemplo, cuando miras tus zapatos, puedes saber si están apretados o flojos por la presión que ejercen sobre tus pies. Del mismo modo, cuando estás bajo una manta pesada, puedes sentir la presión que ejerce sobre tu piel.
¿Qué ocurre cuando el sentido del tacto no funciona bien?
Cuando el sentido del tacto no procesa bien la entrada sensorial que recibe, existen tres desafíos sensoriales típicos: reactividad/modulación sensorial, discriminación sensorial y movimiento sensorial.
Diferencias en la capacidad de respuesta a la entrada táctil
Aunque cada persona tiene una tolerancia diferente al tacto, hay tres reacciones típicas. Algunos niños y adultos son más lentos a la hora de responder a la información táctil. Esto significa que necesitan más información táctil para comprender. Estos niños y adultos pueden responder requiriendo más entrada táctil o siendo más lentos en notar la entrada del sensor táctil. Algunos niños y adultos también son más sensibles al tacto. Sus cerebros pueden verse perturbados por ciertos tipos de tacto, y en algunos casos pueden sentir dolor. Los signos más comunes de cada tipo de reacción son:
Respuesta lenta a la entrada táctil:
- No se dan cuenta de si tienen las manos o la cara sucias.
- No lloran si están malheridos y no se preocupan por una pequeña herida.
- Es posible que no noten si se les golpea o empuja.
Busca la entrada táctil:
- Sensible hasta el punto de irritar a los demás.
- Le gustan los juegos desordenados.
- Le gustan los cortes de pelo.
Es sensible a la acción táctil:
- No le gusta que le corten o cepillen el pelo.
- Dificultad para cortar las uñas de los dedos de los pies y de las manos.
- Es exigente con la textura de los alimentos.
- Le irritan ciertas texturas de la ropa, las etiquetas, las costuras, los calcetines, etc. Evita la ropa nueva.
Los terapeutas ocupacionales se refieren a veces a la hipersensibilidad al tacto como defensa táctil. Este fenómeno es señalado con frecuencia por niños y adultos con autismo.
Mala discriminación táctil
La discriminación del tacto y las sensaciones táctiles es importante en términos de «qué» y «dónde». ¿Qué es lo que me toca y cómo se siente? ¿Está caliente o fría, seca o pegajosa, dura o blanda, afilada o sin brillo? ¿Qué forma tiene, grande o pequeña? ¿Dónde toca? ¿Es un pie o un dedo? Las manos y los dedos, los codos y los brazos, la frente y la barbilla, la espalda y el frente…
Destreza de las manos
Las habilidades táctiles son esenciales para el éxito escolar. El tacto favorece la precisión motriz fina. Y ayuda a la autorregulación.
¿Por qué es importante la sensación táctil para el aprendizaje y la participación?
Si quieres tener éxito en la escuela, necesitas una buena motricidad fina. Tiene que ser capaz de sujetar un lápiz, abrir y abotonar su fiambrera, cortar con tijeras y abrir el pegamento. Esta destreza se apoya en el sentido del tacto.
El sentido del tacto también contribuye a la autorregulación. Por ejemplo, las madres tranquilizan a sus bebés tocándolos. Incluso en la edad adulta, los abrazos suelen ser reconfortantes. Los niños y adultos que tienen dificultades para regular su sentido del tacto pueden encontrar que ser tocados les distrae más. Por ejemplo, pueden tener dificultades para ponerse el uniforme escolar. También pueden ser menos propensos a participar en juegos sucios u otras actividades de aprendizaje.