En este artículo haremos un repaso por las habilidades cognitivas más importantes y daremos algunos consejos para optimizarlas.
La cognición es la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir el entorno, aprender y reaccionar ante él. Sin ella, habría sido prácticamente imposible desarrollar tecnologías que nos acompañan hoy y muy seguramente, viviéramos en cavernas todavía.
¿Qué son las habilidades cognitivas?
Las habilidades cognitivas son tan únicas como cada persona y se refieren a la manera en que el cerebro recuerda, piensa, procesa información, mantiene el enfoque y aprende (o desaprende). Estas habilidades cognitivas nos permiten analizar la información proveniente del entorno, por medio de los sentidos, para luego distribuirla en los lugares apropiados del sistema nervioso.
Cuando la información llega al cerebro (por ejemplo, haber visto una mariposa sobre una flor en el parque), dicha información se codifica y se almacena pero cuando vuelve a ser necesaria más adelante, esta información puede ser recuperada.
El desarrollar y mejorar las habilidades cognitivas puede hacer que el cerebro trabaje de una manera más eficiente, en menor tiempo y con menos gasto de energía, evitando la tan conocida fatiga mental.
Ejemplos de habilidades cognitivas
Aunque la cognición abarca un amplio espectro de facultades mentales (y cada vez más se descubren nuevas), podríamos sintetizar las más relevantes en las siguientes:
Capacidad de razonar
Desde los pensadores griegos, el razonamiento es considerado una de las habilidades cognitivas más importantes y trascendentales para el ser humano, separándonos del resto de los animales.
La capacidad de razonar ayuda a obtener conclusiones a partir de las observaciones hechas del entorno que pueden servir para deducciones y predicciones futuras.
Atención
La atención es la capacidad de mantener el enfoque en una tarea determinada hasta que se produce el efecto deseado. Con ella, se concentran todos los recursos cognitivos hasta alcanzar un objetivo preestablecido.
Memoria
Es la facultad de codificar, guardar y recuperar la información procesada con anterioridad para, entre otras cosas, adquirir conocimientos, experiencias y habilidades.
Hay muchos tipos de memoria, pero los principales son:
- Memoria de corto plazo.
- Memoria de largo plazo.
- Memoria declarativa y no declarativa, dependiendo de si es posible verbalizarla o transmitirla.
- Memoria episódica.
- Memoria motora.
Motivación e interés
La motivación es clave para mantener el enfoque en un plan de acción determinada y así, conseguir alcanzar metas propuestas.
Uno de los principales problemas en la sociedad actual, especialmente en jóvenes, es la falta de motivación e interés, lo que produce frustración y depresión a largo plazo si no es solucionada.
Conciencia propia
La capacidad de pensarnos ha permitido que el hombre entienda su rol en el mundo y permita cambios y mejoras en su vida en base a la identidad que siente que tiene de sí mismo.
La autoconciencia ayuda a comprender la naturaleza de independencia del ser humano sin dejar a un lado la certeza del colectivo (es decir, del resto de individuos).
Gestión de la conducta
Más allá de patrones rígidos de conducta, el ser humano tiene la capacidad no solo de observar su propio comportamiento y de juzgar el ajeno sino además, de modular los actos, pensamientos y palabras que emite.
Esto contrasta mucho con el mundo animal, donde los individuos son incapaces de reconocer cuándo y cómo controlar su propia conducta (instintiva, casi siempre).
Asociación y simbolización
La capacidad de realizar asociaciones o de relacionar acontecimientos, hechos u objetos es clave en la formación de nuevos conocimientos, llamado aprendizaje.
Lenguaje
Una de las habilidades cognitivas más importantes del ser humano es el lenguaje, con el que es posible interactuar con otros individuos por medio de la comunicación (el intercambio de ideas y saberes).
Resolución de problemas
La resolución de problemas y la búsqueda activa de soluciones a los dilemas cotidianos ha hecho que el ser humano alcance un grado tal de evolución con nuevos métodos y técnicas.
Creatividad
La creatividad está relacionada con la expresividad y la formación de ideas nuevas que ayuden a hacer dinámica la experiencia humana.
¿Qué es la metacognición y cuál es su importancia?
La metacognición es una habilidad cognitiva tan importante que muchos investigadores la consideran como la “madre de la cognición”. Su importancia radica en que puede servir de base para entender nuestras propias capacidades y así, razonar sobre el tipo de información, conocimiento o habilidad que nos falta para optimizar el resto.
Consejos para mejorar las habilidades cognitivas
Practicar el enfoque diario
El enfoque diario le permite al cerebro poder concentrarse en sí mismo, sin interacciones con el entorno y sin necesidad de caer en la inconsciencia o en el sueño.
El enfoque mental puede alcanzarse por técnicas de meditación, ejercicios de respiración consciente, yoga o visualización creativa.
En la actualidad existen muchas aplicaciones útiles para meditar en casa o meditaciones guiadas en YouTube.
Ejercicio físico
El ejercicio físico, además de mantenernos en forma y evitar el sobrepeso, ayuda a mejorar la función cerebral y estudios avanzados han demostrado que la actividad física reduce los efectos del envejecimiento cerebral, por lo que la mente funciona mejor y sin tensiones acumuladas.
Buen manejo del estrés y la frustración
Uno de los principales inconvenientes actuales para el rendimiento laboral o académico de las personas es el estrés.
Un buen manejo de la frustración le permite al cerebro trabajar sin fatiga a la vez que hace más eficiente el trabajo de la mente. Lo ideal, es mantener un equilibrio entre el trabajo y el tiempo que le regalamos a nuestro cerebro para que repose de la sobrecarga.
Alimentación saludable
Aunque no lo parezca, comer de manera balanceada y saludable también ayuda a las habilidades cognitivas. Por ejemplo, una dieta rica en ácidos grasos esenciales (como el Omega 3 del pescado, los frutos secos y el aceite de oliva) y baja en grasas saturadas o alimentos procesados, mejoran la función cerebral.
Estar hidratados también es importante. El cerebro se compone en más del 80 % de agua y cualquier variación en el cuerpo (una deshidratación, por ejemplo) puede ser peligrosa para el sistema nervioso, el asiento anatómico de la cognición.
Dormir adecuadamente
Dormir entre seis y nueve horas diarias también está asociado con una buena salud mental. Menos o más de este tiempo puede acarrear problemas a futuro y afectar las habilidades cognitivas, entre otras funciones cerebrales.
Se recomienda evitar el uso de teléfonos móviles en la habitación o al menos una hora antes de ir a dormir.