Durante el siglo XX, la globalización y la armonización de los mercados provocaron un aumento de la competencia, y muchas industrias buscaron la manera de aumentar la disponibilidad y la eficiencia de su mano de obra.
Esta presión y el aumento del ritmo de trabajo supusieron una exigencia desmesurada para los trabajadores y tuvieron un impacto negativo en su vida personal y en su salud física y mental a costa de bienes materiales. Sin embargo, en los últimos años esto ha cambiado.
Se ha subrayado la importancia del trabajo para la realización personal y la idea de tener un empleo se ha vuelto menos atractiva que la de una carrera o vocación duradera. La gente es cada vez más reacia a trabajar duro sin un sentimiento de realización personal.
Los solteros buscan algo más significativo
Las personas solteras suelen tener valores menos materialistas sobre el dinero y el trabajo, lo que no sólo les ayuda a hacer frente a los problemas económicos, sino que también les permite tomar decisiones vitales más felices.
Las personas solteras también tienen menos probabilidades de estar endeudadas que las parejas, los convivientes o los casados y, por tanto, pueden evitar el impacto negativo de la deuda en su bienestar.
En cualquier caso, se puede afirmar claramente que los solteros, además de tender a dar menos importancia a lo material, tienen una mayor necesidad de sentido en su trabajo que los demás. Los solteros tienden a buscar trabajos interesantes, desafiantes y más satisfactorios.
Los que no están de acuerdo con esta postura dicen que los solteros que se interesan por su trabajo no disfrutan realmente de lo que hacen, pero se dicen a sí mismos que esto es cierto para «sobrellevar» la realidad de la soltería.
Otros sostienen que los solteros (especialmente las mujeres) que buscan altos niveles de satisfacción laboral no hacen más que compensar su éxito en la tarea más importante de la vida: encontrar un cónyuge y formar una familia.
Soltería, materialismo y ciencia
Sin embargo, la investigación empírica demuestra que no es así. Para comprobar la viabilidad de la afirmación anterior, los investigadores examinaron las actitudes de los adolescentes solteros de secundaria hacia el trabajo.
Al principio del estudio, se preguntó a 709 estudiantes de último año de secundaria de Minnesota qué valoraban en sus futuras carreras y si estaban motivados por razones extrínsecas (económicas) o intrínsecas (ideológicas). Las razones extrínsecas (financieras) e intrínsecas (ideológicas) determinan sus procesos de decisión.
Se descubrió que las personas motivadas extrínsecamente valoraban sobre todo la seguridad laboral, el salario y las oportunidades de promoción, mientras que las personas motivadas intrínsecamente valoraban el trabajo significativo, las oportunidades de utilizar sus habilidades y desarrollarse, y las responsabilidades satisfactorias.
Nueve años después, a la edad de 26-27 años, registramos el estado de la relación de los participantes. Los resultados mostraron que existía una clara relación entre los valores laborales y la propensión al matrimonio, y que las personas intrínsecamente motivadas tenían más probabilidades de ser solteras y menos de tener hijos que las extrínsecamente motivadas.
Además, en este punto, se volvieron a evaluar los valores relacionados con el trabajo de los participantes. Los participantes solteros valoraban más el trabajo significativo que los casados, y obtenían un mayor beneficio intrínseco de su ocupación.

La implicación aquí es que, incluso teniendo en cuenta el hecho de que los que enfatizaron la motivación intrínseca en la escuela secundaria eran menos propensos a estar casados, los que se casaron entre los 26 y 27 años eran independientemente menos propensos que los participantes solteros a enfatizar el trabajo significativo (no se tuvieron en cuenta otros factores demográficos, como la edad, el género, la orientación sexual, etc.).
Satisfacción laboral vs material
En concreto, un análisis estadístico de unos 300.000 participantes adultos de 30 años o más en la Encuesta Social Europea de 2002 a 2018 muestra que la satisfacción laboral contribuye más al bienestar general de los solteros que de los casados. Es importante señalar que la «satisfacción laboral» en este contexto no significa la comodidad del trabajo o un salario elevado.
No se trata de la comodidad del trabajo o de un salario elevado. La satisfacción en el trabajo, en este sentido, tiene una connotación más profunda y está relacionada con dar sentido al propio trabajo y sentirse realizado.
Por tanto, no es de extrañar que los casados dediquen mucho menos tiempo que los solteros a cuestiones relacionadas con el trabajo en beneficio personal, como los sindicatos y las asociaciones profesionales. En este sentido, los solteros tienen más oportunidades de expresar sus intereses y desarrollarse participando en grupos, clubes y organizaciones que mejoran su vida social y profesional.