El efecto Pigmalión es un curioso fenómeno Psicológico en el que una creencia modifica la conducta de una persona de manera que facilita que aquello que creemos que pasará, acaba pasando.
¿Qué es el efecto Pigmalión?
Este efecto debe su nombre a Pigmalión, un antiguo rey que en su intento de buscar la mujer perfecta, decidió ponerse manos a la obra y esculpir en piedra cuerpos de mujeres hasta encontrar lo que él consideraba la mujer perfecta.
Finalmente lo consiguió dando forma a Galatea su obra más perfecta y acabó enamorándose de ella. La diosa Afrodita viendo la situación y sintiendo simpatía hacia Pigmalión decidió darle vida a Galatea y así el rey y su escultura viva fueron felices para el resto de sus días.
El efecto Pigmalión está muy relacionado con la profecía autocumplida donde las predicciones de una persona sobre un suceso son precisamente las causas de que este suceso acabe ocurriendo. En el efecto Pigmalión la creencia de una persona modificará la situación consciente o inconscientemente para que se adecue con sus creencias.
Cabe destacar que las creencias de otras personas sobre nosotros pueden tener un gran impacto en nosotros, tanto positivo como negativo. Si alguien nos anima y cree que somos capaces de realizar una actividad aumenta la probabilidad de que ciertamente acabemos consiguiéndolo. Este efecto también puede ocurrir al contrario, es decir, si nos desaniman y nos dicen que no lo vamos a conseguir, aumenta la probabilidad de fracaso.
El Efecto Pigmalión en niños.
Cuando hablamos de los niños hay que tener en cuenta que las creencias, opiniones y expectativas de los padres y mayores pueden tener una gran influencia en su rendimiento. De echo pueden cambiar sus conductas y acercarlos a los juicios que se tiene sobre ellos.
Durante la niñez el desarrollo del autoconcepto y el autoestima son pilares básicos para el desarrollo y es por esto que hay que tener excesivo cuidado con los juicios, opiniones y expectativas que le trasladamos a los niños.
Si un niño es clasificado como problemático (rebelde, mal estudiante, etc.) su comportamiento se va acercar a estos juicios dificultando así su aprendizaje y desarrollo.
Por eso hay que tener cuidado con la expectativas limitadoras y potenciadoras ya que los niños son esponjas y absorben una cantidad increíble de información. Un comentario que en principio no consideramos que tenga importancia puede ser vital para el niño.
De echo podemos ver en las familias el uso de etiquetas para categorizar a los miembros de la misma. El hermano mal estudiante, la hermana lista, etc. Es importante evitar el uso de estas etiquetas con nuestros niños ya que pueden influir en su autoconcepto y autoestima tanto positiva como negativamente.
El efecto Pigmalión y la profecía autocumplida son fenómenos naturales pero en el siguiente apartado te vamos a mostrar técnicas para detectarlo y poder tener un mejor entendimiento de lo que está pasando cuando ocurre.
¿Qué podemos controlar cuando se produce el Efecto Pigmalión?
Seguro que recuerdas situaciones donde tenias una certeza absoluta de que algo saldría mal y así fue, acabo saliendo mal.
Lo importante es detectar estos pensamientos cuando ocurren ya sea hacia ti o hacia los demás.
- Detecta la situación. Te encontrarás con situaciones en la vida donde crees que el final no va ser el esperado. Intenta pensar que el determinismo no existe y que si trabajas de manera correcta, dejando a un lado estas falsas creencias, tendrás más fácil trabajar sin presión y sin el tormento de esos pensamientos que te repiten: «No lo vas a conseguir»
- Se consciente de tu lenguaje. Muchas veces hablamos casi sin pensar. Hay que tener especial cuidado con los niños. Como comentamos anteriormente los niños son muy sensibles a la información que reciben y nuestras expectativas sobre sus resultados son realmente importante.
- Intenta re pensar las creencias limitantes que hay detrás de estas profecías. En ocasiones las limitaciones que pensamos que tenemos o que otros tienen no tienen ninguna base son eso creencias. Cuando tengas este tipo de pensamientos piensa en el fundamento que estos tienen y plantea que quizás esos fundamentos no existen.
- Comprueba tus experiencias. Relájate y piensa por un segundo experiencias anteriores donde el resultado haya sido diferente a tus expectativas. Seguramente encontrarás una gran variedad de ejemplos donde conseguiste resultados que no esperabas.
La idea es reconocer el Efecto Pigmalión cuando se produce en nosotros o cuando se produce de nosotros hacia otras personas. Si nos paramos a realizar una reflexión consciente y madura de la situación y la comparamos con situaciones anteriores donde nuestras expectativas no se correspondieron con la realidad, podremos controlar mejor el poder de este efecto.
Las falsas creencias son realmente limitantes ya que modifican nuestro pensamiento y comportamiento y no nos dejan sacar todo el potencial que todos tenemos.
El Efecto Pigmalión a examen. Roshental y Jacobson.
En este experimento se pasó un test de Inteligencia a un grupo de estudiantes. Posteriormente se informó a sus profesores que había un 20% de los estudiantes que presentaban una habilidad excepcional para desarrollar y aprender nuevos conocimientos. Los investigadores dieron los nombres y apellidos de estos alumnos a los profesores. Lo curioso es que este 20% de estudiantes había sido elegido al azar, es decir, no eran los que mejores resultados habían conseguido en el test de Inteligencia.
Lo increíble es, que 8 meses después estos estudiantes que fueron seleccionados al azar y que los profesores creían que eran más Inteligentes, acabaron obteniendo mejores resultado.
Las expectativas de los profesores hacia esos alumnos acabaron por mejorar sus notas.
Este estudio fue aplicado en más ámbitos educativos como la universidad o instituciones militares con resultados realmente increibles.
El efecto Pigmalión es un arma de doble filo, ya que, tener unas altas expectativas de éxito a la hora de realizar una actividad, pueden aumentar tu probabilidad de éxito. Pero cuidad, tener las expectativas muy altas puede llevar a decepciones grandes así que lo mejor es tener claras tus capacidades y limitaciones y reducir creencias, conjeturas y expectativas a lo mínimo posible.