La motivación extrínseca se refiere al comportamiento impulsado por recompensas externas. Estas recompensas pueden ser tangibles, como el dinero o las calificaciones, o intangibles, como los elogios o la fama. A diferencia de la motivación intrínseca, que proviene del interior del individuo, la motivación extrínseca se centra únicamente en las recompensas externas.
Las personas motivadas extrínsecamente seguirán teniendo ciertos comportamientos aunque el trabajo en sí no sea gratificante, como hacer un trabajo que normalmente no les gustaría para ganar un sueldo.
La motivación extrínseca también interviene en el condicionamiento operante. El condicionamiento operante se produce cuando se condiciona a una persona para que se comporte de una manera determinada mediante una recompensa o un resultado.
¿Qué es la motivación extrínseca y la motivación intrínseca?
Piensa en lo que te motiva a leer este artículo. ¿Intentas aprender este material para obtener una buena nota en tu clase de psicología? Si es así, se trata de una motivación extrínseca. Si, por el contrario, estás tratando de aprender más sobre el comportamiento humano, se trata de una motivación intrínseca porque tú eres el conductor de tu motivación.
Ejemplos de motivación extrínseca
- Competir para ganar trofeos o premios, como en los deportes
- Estudiar para sacar buenas notas
- Trabajar duro en un trabajo o proyecto para recibir elogios.
- Compre con la tarjeta de fidelidad de una tienda para ganar puntos, descuentos o premios.
- Premie a sus hijos con golosinas o juguetes especiales por hacer los deberes.
- Haz algo que no te guste en el trabajo para ganar un sueldo regular.
- Utilizar un tipo de tarjeta de crédito concreto para ganar millas aéreas.
- Los niños limpian su habitación para recibir elogios de sus padres
- Un actor que interpreta un papel para conseguir la atención y los elogios del público.
A veces la recompensa externa es para evitar el castigo o las consecuencias negativas. Por ejemplo, una persona puede comportarse de una manera determinada para evitar ser humillada o criticada.
¿Qué eficacia tienen las recompensas extrínsecas para motivar a las personas?
Este tipo de motivación puede ser muy eficaz. Piensa en un ejemplo de tu propia vida en el que actúes para obtener algún tipo de recompensa externa.
La motivación extrínseca no es algo malo. Las recompensas externas pueden ser una herramienta útil y eficaz para mantener a las personas motivadas y centradas en la tarea. Esto es especialmente importante cuando las personas tienen que realizar algo que les resulta difícil o poco interesante, como una tarea aburrida o un proyecto de trabajo tedioso.
Cuando la motivación extrínseca puede tener el efecto contrario
En algunos casos, ofrecer recompensas puede aumentar la motivación, pero los investigadores han descubierto que no siempre es así. Por el contrario, una recompensa excesiva puede provocar una disminución de la motivación intrínseca.
La tendencia de la motivación extrínseca a interferir con la motivación intrínseca se conoce como efecto de sobrerregulación. Se trata de un comportamiento recompensado externamente seguido de una disminución del comportamiento intrínsecamente motivado cuando se interrumpe el refuerzo.
En el experimento clásico de Lepper, Greene y Nisbett, los niños recibían una abundante recompensa por dibujar con un rotulador durante el juego.
Cuando se dio a los niños la oportunidad de jugar con los bolígrafos, los que habían sido recompensados previamente por usarlos mostraron poco interés en volver a jugar con ellos. Sin embargo, los que no habían sido recompensados siguieron jugando con la pluma.
¿Por qué se produce esta repentina pérdida de interés cuando se dan recompensas intrínsecas? Una de las razones es que las personas tienden a analizar sus propias motivaciones para realizar una actividad. Una vez que han sido recompensados externamente por realizar una conducta, sobredimensionan el papel del refuerzo en su comportamiento.
Otra razón es que las actividades que inicialmente percibimos como juego o diversión se convierten en trabajo u obligación una vez que se asocian a una recompensa externa. Las recompensas externas pueden ser una herramienta importante para motivar el comportamiento, pero los expertos advierten que deben utilizarse con precaución, especialmente con los niños.
Sin embargo, se necesita más investigación sobre este tema para determinar exactamente cuándo y cómo las recompensas extrínsecas pueden socavar la motivación intrínseca. Una revisión de 2014 en Procedia – Social and Behavioral Sciences sobre la motivación para aprender. y sugieren que las recompensas extrínsecas son de hecho la mayoría de las veces eficaces, no perjudiciales.
Cómo utilizar las recompensas extrínsecas
Para determinar si las recompensas extrínsecas ayudan a motivar el comportamiento, es importante examinar situaciones específicas. He aquí algunos ejemplos de situaciones en las que las recompensas extrínsecas son más eficaces
- Si no estás muy interesado en la actividad
- Si no tienes las habilidades para iniciar la actividad
- Cuando necesitas una fuente de motivación a corto plazo para un propósito específico.
- Cuando estás trabajando en un proyecto a largo plazo y necesitas un pequeño incentivo para mantenerte motivado.
En estas situaciones, las recompensas deben ser modestas y estar directamente relacionadas con la realización de una acción concreta. Una vez generado el interés intrínseco y adquiridas las habilidades necesarias, los incentivos externos deben reducirse gradualmente
Motivación extrínseca y comportamiento
La motivación extrínseca tiene un gran impacto en el comportamiento humano, pero también tiene sus límites. Debes preguntarte si estás motivado intrínsecamente o extrínsecamente, según la situación.
Por ejemplo, ¿esperas hacer ejercicio haciendo una apuesta con un amigo sobre quién perderá más peso? Se trata de un motivador extrínseco. Por otro lado, si quieres hacer ejercicio porque es divertido y satisfactorio, eso es motivación intrínseca.
Recuerda que la motivación extrínseca tiene sus ventajas e inconvenientes. En otras palabras, que una recompensa extrínseca sea beneficiosa a largo plazo depende de la persona y de la situación.