En su libro de 1890, Los principios de la psicología, el psicólogo y filósofo William James escribió: «La atención es la impresión clara y vívida en la mente de uno de varios objetos o trenes de pensamiento que pueden ocurrir simultáneamente».
¿Qué es la atención?
La atención es la capacidad de procesar activamente cierta información del entorno mientras se ignoran otros detalles. Dado que la atención es limitada, tanto en capacidad como en duración, la forma de gestionar eficazmente nuestros recursos atencionales disponibles es fundamental para nuestra comprensión del mundo.
Comprendamos la atención
Piensa que la atención es como un resaltador. Al leer el texto de un libro, las zonas resaltadas destacan y le ayudan a centrar su atención en ellas.
La atención no consiste sólo en centrarse en una cosa, sino también en ignorar un montón de información y estímulos que compiten entre sí. La atención nos permite «desconectar» la información, las sensaciones y las percepciones que no son relevantes en ese momento y, en cambio, concentrar nuestra energía en la información que es importante.
El sistema de atención no sólo nos permite centrarnos en algo concreto de nuestro entorno y dejar de lado detalles irrelevantes, sino que también influye en nuestra percepción de los estímulos que nos rodean.
El papel de la atención en el aprendizaje y el pensamiento
La atención es un componente fundamental de nuestra biología y está presente desde el nacimiento. Utilizamos nuestros reflejos direccionales para determinar a qué acontecimientos de nuestro entorno debemos prestar atención.
Los bebés recién nacidos responden a los estímulos ambientales, como los ruidos fuertes. Un simple toque en la mejilla desencadena el reflejo de enraizamiento, y el bebé gira la cabeza para amamantarse y recibir alimento. Estos reflejos de orientación nos sirven para toda la vida.
La atención desempeña un papel importante en casi todos los ámbitos de nuestra vida, como la escuela, el trabajo y las relaciones. La atención es necesaria para concentrarse en la información y formar recuerdos. También nos ayuda a evitar las distracciones para poder concentrarnos y completar ciertas tareas.
Se ha realizado una enorme cantidad de investigaciones sobre la cantidad de cosas en las que el ser humano puede concentrarse y durante cuánto tiempo. Las principales variables que afectan a nuestra capacidad de permanecer en la tarea son nuestro nivel de interés en el estímulo y el número de distracciones.
¿Cuáles son los tipos de atención?
Hay muchos tipos de atención en las personas. He aquí algunas de ellas.
Atención sostenida.
Este tipo de atención, también conocido como concentración, es la capacidad de centrarse en una cosa de forma continua. Durante este tiempo, las personas se centran en la tarea que tienen entre manos y continúan actuando hasta que la tarea se ha completado o hasta que ha transcurrido un tiempo determinado.
Los estudios demuestran que la atención sostenida alcanza su punto máximo a principios de los 40 años y luego disminuye gradualmente con la edad.
Atención alternante
Este tipo de atención implica la multitarea o el cambio de atención sin esfuerzo entre dos o más cosas con diferentes demandas cognitivas.3 En lugar de centrarse en varias cosas al mismo tiempo, significa dejar de participar en una cosa y cambiar a la siguiente tarea.
Atención selectiva
La atención es un recurso limitado, por lo que debemos ser selectivos en lo que nos centramos. No sólo hay que centrar la atención en determinados elementos del entorno, sino que también hay que excluir un gran número de otros elementos.
La atención selectiva es la capacidad de atender de forma selectiva a determinados estímulos del entorno y, al mismo tiempo, bloquear otros.4 Por ejemplo, puedes atender de forma selectiva al libro que estás leyendo y bloquear el sonido de la alarma del coche de tu vecino.
Este tipo de atención requiere una concentración selectiva en una tarea, bloqueando no sólo los estímulos externos sino también los internos, como los pensamientos y los sentimientos.
Atención centrada
Este tipo de atención implica una atracción repentina hacia un estímulo visual, auditivo o táctil específico, como un sonido fuerte o un destello de luz. Es una forma de reaccionar rápidamente a los estímulos externos y es especialmente importante en situaciones en las que hay que prestar atención inmediata a algo del entorno y actuar con rapidez.
Atención limitada
La atención limitada (atención dividida) es una forma de atención que implica la multitarea. En este caso, sin embargo, la atención se divide entre múltiples tareas. En lugar de cambiar de enfoque, una persona puede prestar atención a estos estímulos simultáneamente y responder a múltiples demandas al mismo tiempo.
Debido a la ilusión de que la atención es ilimitada, muchas personas practican la multitarea; un estudio publicado en 2018 señala que la multitarea rara vez funciona bien porque nuestra atención es realmente limitada5.
¿Cómo mejorar la atención?
La mayoría de las veces, la capacidad de concentrar la atención en una cosa mientras se bloquean las distracciones que compiten con ella parece ser automática. Sin embargo, la capacidad de una persona para dirigir selectivamente la atención a un objeto específico mientras ignora otros es muy compleja.
Sin embargo, incluso las personas que no tienen problemas de atención pueden beneficiarse del uso de estrategias para mejorar su atención y concentración. Por ejemplo, puede considerar lo siguiente:
- No hagas varias cosas a la vez. Si quieres mejorar tu concentración, evita la multitarea. Intentar hacer malabares con múltiples tareas disminuirá tu productividad, así que trabajar en una sola cosa a la vez te ayudará a aprovechar al máximo tu limitada capacidad de atención.
- Duerme lo suficiente. Los estudios han demostrado que dormir lo suficiente es esencial para mantener la atención en niveles óptimos. No sólo eso, sino que los dos parecen ser una calle de doble sentido. El sueño puede ayudar a regular la atención, pero las demandas de atención también pueden afectar al sueño.
- Practica la atención plena. El mindfulness, prestar atención al momento presente, puede considerarse una forma de atención. La investigación ha demostrado que el entrenamiento de mindfulness puede ayudar a mejorar la atención7.
También puede haber nuevas formas de mejorar la atención. Esto podría ayudar a tratar los problemas de atención derivados de algunas enfermedades.
Por ejemplo, según un estudio publicado en 2017, los circuitos neuronales (vías en el cerebro) asociados a la atención están intrínsecamente relacionados con trastornos como el trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH). Una mejor comprensión de este proceso promete mejores tratamientos para las personas que padecen esta enfermedad en el futuro.