Un delirio es una creencia falsa firmemente mantenida o fijada que no es real. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5) define los delirios como «creencias fijas que no pueden cambiarse ante pruebas contradictorias».
Los delirios son un síntoma común de los trastornos psicóticos como la esquizofrenia, el trastorno paranoide y el trastorno esquizoafectivo, pero también pueden estar presentes en otras enfermedades mentales, como la depresión mayor con rasgos psicóticos y el estado maníaco del trastorno bipolar.
Los delirios fueron definidos por Karl Jaspers, basándose en los criterios de certeza, imposibilidad y falsedad de la creencia. Phillip Johnson-Laird también definió el delirio como la incapacidad de distinguir entre la relevancia conceptual, donde la información irrelevante se acepta como relevante. La definición de delirio sigue evolucionando.
Tipos de delirios
Hay cuatro tipos de delirios definidos en el DSM-5.
- Los delirios extraños son fantasías imposibles o improbables, como ser abducido por extraterrestres.
- Los delirios no extraños son los que podrían ocurrir en la vida real, como ser engañado, envenenado o acosado por un antiguo amante.
- Los delirios coherentes con el estado de ánimo son compatibles con la depresión o la manía. Por ejemplo, en la depresión hay un delirio de abandono o de persecución, mientras que en la manía hay un delirio de superioridad o de gloria.
- Los delirios que no coinciden con el estado de ánimo no están influidos por un estado mental concreto. Entre ellos se encuentran los delirios de nihilismo (por ejemplo, que es el fin del mundo) y los delirios de control (por ejemplo, que los pensamientos y acciones de una persona están controlados por una fuerza exterior).
Las personas con delirios también pueden mostrar confusión, agitación, irritabilidad, agresividad, depresión y pensamiento autorreferencial.
Temas de los delirios
Los temas de los delirios incluyen
- Delirios de Capgras. Es la creencia de que un ser querido, como una madre o un hermano, ha sido sustituido por un impostor.
- El delirio de Cotard. Esto ocurre en el síndrome de Cotard y se caracteriza por la creencia de que uno está muerto, que su cuerpo o partes de él se han desintegrado o han dejado de existir.
- Ilusiones de dominio. Es la creencia de que una entidad externa controla los pensamientos, las acciones y los impulsos de una persona. Esta entidad puede ser un individuo, como un gerente, o un grupo, o una fuerza no especificada.
- Delirios de grandeza. Se trata de una confianza exagerada o desproporcionada en el poder, el prestigio, el conocimiento, la habilidad, el talento o la fuerza. Por ejemplo, puedes creer que eres un influencer de Instagram, aunque no tengas seguidores.
- Delirio de culpabilidad. Se trata de un sentimiento de remordimiento extremo e infundado y una intensa sensación de depresión por haber hecho algo terrible.
- Delirios de inserción del pensamiento y delirios de difusión del pensamiento. La creencia de que los pensamientos se introducen en la mente de una persona, o que los pensamientos se propagan a otros.
- Delirios de persecución. Es la creencia de que usted o alguien cercano está siendo injustamente maltratado, perjudicado o vigilado. Esta creencia puede ser tan fuerte que puede pedir ayuda a las autoridades.
- Ilusiones de pobreza. Es la creencia de que uno es pobre, o está a punto de serlo, o está destinado a serlo, o está en la pobreza.
- La ilusión de la referencia. Se trata de la creencia de que algo que aparece en un cartel, una canción, un anuncio, etc., tiene una conexión directa o un significado oculto para ti. Una persona con este delirio puede ver una señal que no tiene nada que ver con él o ella y, como resultado, puede cambiar todo su plan de vida.
Celos delirantes. Es la creencia de que su pareja sexual tiene una aventura. - Delirios erotomaníacos. Es la creencia de que alguien, normalmente una persona famosa o inalcanzable, está enamorado de ti. Las personas que padecen este subtipo de trastorno delirante pueden intentar contactar o conectar con esta persona de forma compulsiva, o inventar excusas de por qué no están juntos.
- Delirios nihilistas. Se trata de la creencia de que tú o partes de ti no existen, o de que ciertos objetos de la realidad externa no existen realmente.
- Delirios religiosos. Se trata de ilusiones sobre Dios, un poder superior o temas espirituales (por ejemplo, creer que se tienen poderes especiales o que se es la encarnación de un profeta). Puede asociarse a otros delirios, como el deseo de dominación o los delirios de grandeza.
- Delirios somáticos. Se trata de la creencia de que uno o más órganos del cuerpo funcionan mal, están enfermos, lesionados o están cambiando.

Causas de los delirios
Los delirios son comunes a muchos trastornos psiquiátricos y pueden estar causados por alteraciones del sueño o estrés extremo, pero también pueden darse en condiciones físicas como daños cerebrales, tumores, abuso de drogas y alcohol y enfermedades físicas.
Teorías biológicas o genéticas
Los estudios han demostrado que las personas con antecedentes familiares de trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, son más propensas a sufrir delirios.
Se cree que algunos síntomas delirantes implican una alteración de los neurotransmisores, como la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que regula el control motor, la motivación y la recompensa. Una alteración de la actividad de la dopamina en el cerebro (es decir, un aumento de la actividad de los receptores de dopamina en una zona del cerebro y una reducción de la actividad en otra) puede provocar síntomas de psicosis.
Disfunción del procesamiento cognitivo
La teoría de la disfunción del procesamiento cognitivo postula que los delirios pueden producirse debido a la forma distorsionada en que las personas piensan y se explican la vida. Las investigaciones demuestran que las personas con delirios pueden sacar conclusiones rápidamente, reunir menos información antes de llegar a ellas y no considerar o aceptar alternativas.
Debido a las deficiencias en el procesamiento cognitivo y social, las personas con delirios son menos capaces de leer a la gente con precisión y son más propensas a hacer suposiciones falsas y negativas sobre cómo les perciben los demás.
Delirios defensivos y motivacionales
Esta teoría sugiere que los delirios son el resultado de mecanismos de defensa o motivaciones para mantener una autoestima positiva atribuyendo a otras personas o situaciones las cosas negativas que han sucedido.
Otros factores que pueden contribuir a los delirios son
- Cultura y religión. Los delirios espirituales, mágicos y religiosos son comunes en los trastornos psicóticos, pero su prevalencia varía según la época, el lugar y la religión.
- Bajo nivel socioeconómico. Bajo nivel socioeconómico: Se ha descubierto que las experiencias delirantes están asociadas a la población general de bajo nivel socioeconómico. Esto puede deberse a que estas personas son más susceptibles a la angustia psicológica y al estrés.
- Discapacidad auditiva o visual. Las investigaciones han demostrado que las personas con deficiencias auditivas o visuales tienen un mayor riesgo de psicosis y son más propensas a desarrollar esquizofrenia. Una de las explicaciones es que las deficiencias auditivas o visuales pueden afectar a las percepciones erróneas del entorno, lo que lleva a las personas a percibir el entorno social como una amenaza.
Diagnóstico de los delirios
El proceso de diagnóstico del trastorno delirante o paranoide comienza con un examen físico para descartar enfermedades físicas. El médico también le preguntará sobre sus síntomas y le hará una historia clínica.
El profesional de la salud mental distinguirá primero entre los delirios y las ideas exageradas. Si existen delirios, el clínico tratará de establecer la existencia de una enfermedad mental específica u otra condición que pueda manifestarse en los delirios.
Por ejemplo, los criterios del DSM-5 para el trastorno delirante son:
- La presencia de uno o más delirios de más de un mes de duración.
- Nunca se han cumplido los criterios para el diagnóstico de esquizofrenia. Las alucinaciones, si están presentes, no son prominentes y están claramente relacionadas con el tema delirante.
- Aparte de los delirios y sus efectos, el funcionamiento del paciente no está significativamente deteriorado y su comportamiento no es obviamente extraño.
- Si hay episodios de manía o depresión mayor, son breves en comparación con la duración de los síntomas delirantes.
- El trastorno no se explica bien por otros trastornos psiquiátricos, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), ni se debe a los efectos fisiológicos de sustancias o fármacos ni a otras condiciones médicas sistémicas.
Los delirios y la calidad de vida
Los delirios interfieren intrínsecamente en la calidad de vida de la persona, causando angustia y, en algunos casos, discapacidad. Si sufres de creencias infundadas y persisten durante más de un mes, busca ayuda de un psiquiatra.
La terapia cognitivo-conductual y la medicación, como los antipsicóticos, pueden ayudar a reducir los síntomas e incluso pueden conducir a la remisión completa. Con el tratamiento adecuado y el apoyo de sus seres queridos, puede llevar una vida sana y productiva.