No es raro oír a la gente alabar el autoservicio. Muchas personas elogian el autoservicio porque les ahorra dinero, les hace más saludables y mejora sus habilidades culinarias. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, muchas personas consideran que cocinar es aburrido.
Es difícil hacer la compra en el supermercado, los platos se ensucian, las alarmas de humo se disparan y algunos platos son incomibles. Por eso la cocina es una afición que divide a la gente en dos grupos: los que la aman y los que la odian.
Sin embargo, se ha demostrado clínicamente que la cocina favorece la salud mental. Descubra cómo la cocina puede mejorar su salud mental y algunas ideas para empezar.
¿En qué medida afecta la dieta a la depresión?
Una dieta para potenciar el cerebro comienza con la comida.
¿Sabías que ciertos alimentos pueden potenciar la función cognitiva?: un estudio de 2014 demostró la relación entre una mala salud mental y una dieta poco saludable.
Dieta mediterránea
Por el contrario, una dieta equilibrada, sin alimentos procesados, tiene un impacto positivo en la memoria y favorece el buen funcionamiento de los neurotransmisores. La dieta mediterránea es un ejemplo de alimentos que refuerzan estos beneficios para la salud mental. Esta dieta hace hincapié en las grasas saludables, como el aceite de oliva, la abundancia de frutas y verduras, los cereales integrales, el pescado y una cantidad mínima de carne roja.
Es importante reconocer que existe un sesgo contra el término «dieta poco saludable» y que los factores que contribuyen a la elección de alimentos poco saludables, como la falta de acceso y la pobreza, a menudo se descartan.
Si no tienes acceso a productos frescos, infórmate sobre la agricultura apoyada por la comunidad en tu zona. Se trata de una opción que proporciona fruta y verdura fresca cada semana, a menudo a precios más asequibles que los mercados de agricultores o las tiendas de comestibles.
Algunos también ofrecen cajas de verduras y frutas a bajo coste para ayudar a los residentes locales que tienen dificultades económicas. Llámales para saber qué ayudas están disponibles.
A veces una receta puede ser para una sola persona. Esto es bastante raro. Cocinar es compartir, y la cocina es una excusa fácil para crear una comunidad. Es fácil ir a un mercado de agricultores y hablar con los vendedores para obtener ideas de recetas.
Puedes invitar a un amigo a que experimente contigo en la cocina, o invitar a un familiar a partir el pan. En cualquier caso, hay muchas interacciones sociales relacionadas con la comida.
La socialización relacionada con la cocina también está arraigada en investigaciones recientes: un estudio de 2017 cita la cocina como una excelente intervención utilizada en entornos terapéuticos y de rehabilitación1.
Cocinar refuerza la autoestima
Cuando la salud mental está comprometida, la imagen que tenemos de nosotros mismos suele estarlo. Si crees que tu cerebro no está funcionando correctamente, estos sentimientos pueden convertirse en una bola de nieve que te haga creer que no puedes hacer nada bien.
En momentos como éste, si consigues alcanzar algo que deseabas hacer desde hace tiempo, puede ser un gran impulso para tu autoestima. Aunque se trate de un plato de pasta de tres ingredientes (fideos, mantequilla y parmesano), se ha demostrado clínicamente que cocinar mejora de forma espectacular la confianza en uno mismo. De hecho, hacer algo tangible y que otros lo coman puede ser extremadamente satisfactorio.
Cocinar puede convertirse en una rutina
Las rutinas son muy beneficiosas para el cerebro y la psicoterapia se ha formado en torno a ellas. La Terapia del Ritmo Interpersonal y Social es la psicoterapia más utilizada para los pacientes con trastorno bipolar.
Esta terapia reconoce que los acontecimientos vitales estresantes y los cambios en la vida cotidiana pueden desencadenar problemas de salud mental y, en el caso del trastorno bipolar, conducir al desarrollo de episodios depresivos o maníacos.
En este tipo de terapia, se guía a las personas para que creen un horario para sus rutinas diarias, incluyendo el acostarse, el despertarse y el comer.
El ritmo circadiano es el reloj interno del cuerpo que regula el cortisol, la hormona del estrés, y la melatonina, que controla el ciclo de sueño y vigilia. Cocinar contribuye a mejorar la salud en general al hacer de la cocina una parte de su rutina diaria.
La cocina fomenta la creatividad
Estudios recientes han demostrado que la incorporación de actividades creativas en la vida diaria mejora significativamente el estado de ánimo y el bienestar general.
Otro estudio llegó a identificar la cocina como una actividad creativa, destacando la relación entre cocinar y mejorar el estado de ánimo. Ponerse el gorro de cocinero y explorar con valentía la cocina está relacionado con sentirse mejor que nunca.
¿Qué es la alimentación consciente?
Para empezar.
Puede que esté de acuerdo con la idea de mejorar la salud mental a través de la cocina, pero no sepa por dónde empezar. He aquí algunas ideas.
- Piensa en tus comidas favoritas. Puede que te guste el sushi, el solomillo de ternera u otros platos que te parezcan demasiado difíciles de probar por su cuenta. Pero puedes utilizarlo como guía para pensar en los sabores que te gustan. Por ejemplo, prueba a hornear salmón o a hacer una simple hamburguesa en una sartén.
- También puedes tomar una clase de cocina. Participar con otras personas que también están ganando confianza en la cocina puede ayudar a reducir el estrés. Si no te sientes cómodo asistiendo solo, puedes asistir con un amigo.
- Puede que te resulte más fácil empezar si pides a alguien que te interesa que te enseñe a preparar las comidas y te dé consejos y trucos. Además, la interacción social puede ser un gran consuelo en los momentos difíciles.
Empiece como empiece, no te dejes intimidar por el miedo o la falta de confianza al empezar a cocinar. El bienestar mental que aporta la cocina puede ser una gran ayuda para empezar y el mejor estímulo para hacerlo.
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