Unos sencillos consejos que te pueden ayudar. Si no te sientes siempre bien contigo mismo, es más probable que sufras ansiedad y depresión, trastornos alimentarios y abuso de sustancias, que te rindas ante las dificultades y que tengas dificultades en tus amistades y relaciones. También es menos probable que pidas directamente el apoyo que necesitas, y es más probable que te muestres malhumorado, te quejes y seas reacio/a a prestar atención (o ayuda) a los demás.
Puntos clave
– La baja autoestima puede conducir a un bajo rendimiento cognitivo y motor.
– Evitar la expresión negativa de uno mismo y desafiar las creencias negativas sobre uno mismo puede aumentar la autoestima.
– Es importante pasar menos tiempo con las personas que te desvalorizan y más con las que te apoyan.
La autoexpresión negativa debida a la baja autoestima («¡No puedo hacer eso!» «¡No soy bueno!») tiene un impacto significativo en las habilidades cognitivas y motoras, lo que lleva a una mala concentración y a un aumento de los errores.
Sentirse mal con uno mismo no contribuye a mejorar el bienestar ni la calidad de vida. Aquí tienes siete maneras de empezar a sentirte mejor contigo mismo hoy mismo.
1. Escribe las afirmaciones negativas que haces sobre ti mismo
Las declaraciones personales negativas suelen ser vagas y extremas. Como: «Soy una mierda. O, «No le gusto a nadie».
Para cada afirmación negativa, refútala con una afirmación contraria o enumera uno o más acontecimientos en los que no se haya cumplido la afirmación negativa.
- Por ejemplo: «Soy una mierda.
- Desafío: «. Mi querida abuela me tenía en alta estima». «Me sorprendería saber que alguien piensa lo peor de mí».
- Hechos conflictivos: «Un colega dijo que fui muy útil la semana pasada».
- Ejemplo de sentencia: «. No le gusto a nadie».
- «Pruebas refutables»: No puedo probar ni saber lo que los demás piensan de mí». «Al menos sé que [la familia/los amigos] me quieren».
- Acontecimientos conflictivos: «X me dijo que me quería cuando yo era Y» «Me sentí querido cuando me quedé con la mascota de un conocido».
2. Haz una lista personal de «mejores titulares»
Escribe tus logros hasta la fecha, en orden cronológico o en el orden más significativo para ti. A partir de ellos, crea afirmaciones fácticas.
- Por ejemplo: «He aprobado los exámenes de la universidad/del instituto.
- Afirmación: «Soy capaz de aprender en _ y demostrar mis conocimientos en _».
- Por ejemplo: «He conseguido un trabajo en la empresa X».
- Afirmación: «Los demás han reconocido mi talento y capacidad para hacer X».
Recuerda también las experiencias de recuperación del fracaso. Genera también afirmaciones a partir de ellas.
- Ejemplo: «Pensé que nunca me recuperaría de mi ruptura con Y». Pero al final, pude recuperar mi vida».
- Afirmación: «Puedo curar mi dolor de corazón» «No dejé que Y arruinara mi vida».

3. Aprender de los errores de los demás
Aprender de los errores de los demás ayuda a darse cuenta de que uno no es el único que se equivoca en algo. Todo el mundo tiene al menos un momento de gran fracaso (me atrevo a decir que la mayoría de la gente tiene más de uno). Pregunta a tus amigos, colegas cercanos, profesores, compañeros de clase y familiares cuáles fueron sus mayores errores o fracasos y qué aprendieron de ellos. También puede buscar artículos, libros y películas sobre los mayores fracasos de personajes públicos.
Pronto te darás cuenta de que tu propio gran error no es nada comparado con esto, y puede que obtengas algunos consejos útiles sobre cómo las personas que han cometido grandes errores han desarrollado la resiliencia.
4. Pide ayuda a personas con las que te sientas cómodo/a
Las afirmaciones negativas («nunca he tenido buenas relaciones», «no soy capaz de hacer un buen trabajo») pueden ser una ventana a características o comportamientos que te convendría cambiar un poco. Esto no significa que seas una mala persona. Sin embargo, significa que el aprendizaje de nuevas habilidades o la práctica de nuevos comportamientos bajo la guía de alguien que no te condene ni sea condescendiente puede mejorar tu calidad de vida.
Si sientes que las cosas «van mal» en tu relación, consulta a un profesional de la salud mental cualificado y especializado en problemas interpersonales para desarrollar estrategias de superación (como la regulación emocional, la comunicación y la escucha activa) que pueden ayudar a las relaciones románticas y platónicas. Es aconsejable pedirles que lo hagan. Si esto se debe a la incapacidad de mantener un trabajo, consulta a un asesor profesional. También puedes consultar a un líder religioso o comunitario de confianza.
5. Haz algo cada día para mejorar
Abre una puerta a otra persona. Elogia a un amigo o colega. Da las gracias a alguien. Ayuda a un amigo, familiar o colega cuando tenga dificultades. A menudo, ayudar a los demás refleja tu propia valía y, como resultado, te sientes mejor contigo mismo y con la percepción que los demás tienen de ti.
También es una buena idea hacer cosas que te hagan sentir competente. Limpia u organiza un rincón de tu casa u oficina. Crea una obra de arte o una poesía. Crea una receta favorita. Llevar ropa bonita para ti o para otra persona. Peinar o maquillar a ti o a otra persona. Haz una lista de actividades que te hagan sentir más competente y consúltala cuando tengas dudas.
6. Pasar más tiempo con personas que te apoyen
Pasar tiempo con personas que te critican o refuerzan creencias negativas sobre ti no es beneficioso. Intenta pasar más tiempo con amigos, familiares y colegas que reconozcan tu forma de pensar, respeten tu dignidad básica y te animen a trabajar para conseguir tus objetivos personales.
Si no tienes esas personas, intenta conocerlas a través de grupos de autoayuda, grupos de apoyo, eventos o cursos dedicados a intereses o actividades específicas, o busca organizaciones religiosas locales o comunidades espirituales que sean acogedoras y estén en consonancia con tus valores.
Para fomentar las conexiones positivas, también es importante establecer límites con las personas que te hacen sentir mal. Practicar el establecimiento de límites firmes pero no conflictivos.
Por ejemplo: «Entiendo lo que dices, pero no me siento cómodo con un lenguaje tan irrespetuoso. Si sigues gritándome así, me iré/colgaré el teléfono». No puedo hacerte ese favor, pero espero que encuentres a alguien más».
Psicoamena te da un consejo extra
Es muy importante encontrar un equilibrio en el bienestar personal y emocional, para ello hace falta conseguir trabajar las habilidades personales y sociales lo suficiente como para que no nos afecte lo que puedan pensar los demás y sobre todo, para valorar lo que somos y nuestras capacidades y cualidades.
Cada uno de nosotros tenemos cualidades únicas que nos hacen especiales. Si practicas al menos una de estas estrategias cada día, te verás a ti mismo de forma más positiva. Al hacerlo, el mundo que te rodea puede empezar a iluminarse cada día un poco más.
Animamos a toda persona a trabajar estos consejos para que cada día mejoremos nuestra salud mental y emocional.